El Muelle de los 7 mares

 II

EL MUELLE DE LOS SIETE (7) MARES



Han pasado algunas semanas, el movimiento es regular tanto en el café como en el muelle, no hay llegadas debido a la temporada, y las pocas que logran desembarcar no traen sino encargos que dejan en las bodegas…

Muy poco han venido, pero no quiere decir que todo ande mal, o bien. Son cosas que pasan y Narel lo sabe tanto que no ve el problema…

- Ya vendrán, las cosas buenas siempre llegan – sonríe al sol mientras la brisa mueve un poco las telas de las mesas – 

- Es una buena actitud – le escucha decir a Nicanor, su padre – 

………………….

Ha llovido un poco durante la tarde, el mar está algo más despierto y la brisa más fuerte, las mesas de la terraza están guardadas y los pocos clientes que hay esperan que la lluvia cese para seguir su camino. Salvo uno, que lleva desde la media mañana en el lugar, ha pedido café y otras cosas mientras mantiene su vista enfocada en un viejo periódico que no es de la ciudad…

Un suspiro largo y resignado hace que Narel lo vea más a detalle, es un hombre joven pero tal parece lleva una carga que apenas soporta…sus ojeras lo delatan y sus movimientos parsimoniosos son prueba de un alto cansancio o esfuerzo… está agotado…

- ¿Te ofrezco alguna otra cosa? – preguntó la joven mesera – 

- Quizás un remedio para la memoria – dijo risueño – 

- Ah  - sonrió la joven – veré que puedo hacer – agrego anotando en su libreta de pedidos – 

La lluvia acompañó por largo rato mientras el joven viendo el periódico comenzó a rememorar algo…

- Fue el 13 de marzo de 1965 – dijo nostálgico – el día que mi padre dejó de sonreír y comenzó a esperar a alguien, un día simplemente no regresó a casa… - susurró mientras Narel llegaba con su receta especial de café – 

- Suena a una historia triste  - dijo sacándolo de sus pensamientos – 

- Algo, no volví a ver a mi padre – dijo – llevo muchos años esperando noticias, pero al final es lo mismo – terminó mientras observaba la taza humeante – ¿conoces la historia del puente que fue arrasado en el 42? – 

- ¿El de Villa Arena? – 

- Sí, ese mismo – dijo dando un esbozo de sonrisa – ahí comenzó todo - 

Al compás de los rayos del sol tornasolado de la lluvia, llega la historia que hizo a un hombre enfrentar sus sentimientos y dar un último paso a la redención hecha espera.  


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